Protección de los viñedos contra los animales

Sistema de protección frente a los animales

SPS ha desarrollado y perfeccionado el DISPAB, un sistema de protección multifuncional para la defensa de los viñedos contra agentes externos, como el ataque de animales e insectos, y de fenómenos meteorológicos extremos, y para la gestión/modulación de la fisiología de la vid.

Un sistema de protección y gestión integral que representa el cúlmine de la innovación en el sector, que destaca como sistema verdaderamente multifuncional.

SPS Srl

Cómo proteger los viñedos de los animales con el sistema multifuncional DISPAB

Proteja sus cultivos de los ataques de animales salvajes con el sistema de protección sostenible DISPAB.

En agricultura, el reto de proteger los cultivos maduros del asalto de aves y animales es un problema importante y recurrente en todas las zonas vitivinícolas del mundo. La acción de los animales salvajes o domésticos, que se alimentan de las uvas maduras, puede provocar importantes pérdidas de producción y poner en peligro el fruto de su trabajo.

Hacer frente a este reto exige un planteamiento estratégico y profesional, adoptando medidas de gestión que respeten el equilibrio del ecosistema circundante y eviten al mismo tiempo daños excesivos a los animales. La elección de soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente es esencial para mantener la integridad de los cultivos y preservar la biodiversidad.

El uso del sistema DISPAB es la solución más adecuada para hacer frente a este tipo de daños. El sistema permite el cierre completo del viñedo, dificultando así el acceso de la fauna salvaje.
Con nuestra innovadora solución, se eliminan los inconvenientes asociados a la presencia de animales, al tiempo que se permite a los agricultores preservar la calidad y cantidad de sus cosechas.

Daños causados por los animales en los viñedos

Los principales animales que pueden afectar a los viñedos son pequeños animales como zorros y tejones, ungulados, ciervos y jabalíes, y también aves, como mirlos y zorzales.

Los daños causados por los animales pueden manifestarse de diversas formas: desde racimos parcialmente consumidos hasta brotes dañados, lo que imposibilita una cosecha óptima. Esto afecta negativamente a la cantidad de la cosecha y compromete la calidad de las uvas restantes y la producción de la temporada siguiente.

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